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lunes, 31 de octubre de 2011

XVIII Aniversario del Círculo de Estudios Lovecraft (CELOV)

Paco Echeverría[1] / Óclesis

Publicado en Suplemento Cultural Alebrije. No. 57 del 14 de Octubre de 2011, p. II.
   
Aquel viernes 20 de agosto de 1993, precisamente en el CIII Aniversario del natalicio de Howard Phillips Lovecraft, fue fundado el Círculo de Estudios Lovecraft (CELOV), siendo quizás la primera agrupación lovecraftiana en México y en América Latina. Y decimos “quizás” ya que actualmente existe una controversia en torno a cuál ha sido la asociación lovecraftiana más antigua, si el CELOV o el Círculo de Lovecraft Puebla A.C. (CLP), agrupación fundada un año después que nosotros, en 1994. Sin embargo, pese a que algunas tesis universitarias nos han citado a nosotros como la primera asociación lovecraftiana, esto resulta irrelevante cuando lo realmente importante es el camino que hemos forjado por medio del arduo trabajo por estudiar a un personaje tan extraordinario como lo es H.P. Lovecraft.
                Para la época en que fundamos el CELOV la atmósfera cultural en la ciudad de Puebla era prometedora, puesto que las transformaciones socioeconómicas y políticas producían cambios vertiginosos a nivel mundial que, por increíble que parezca, impactaban también en nuestro ámbito local, en nuestro microcosmos artístico, filosófico y literario.
                Gracias a esta especie de apertura cultural, poco a poco fuimos conformando cuadros de estudio encaminados hacia la literatura de terror, fantástica y de ciencia ficción; de 1993 al 2002 cuando la cultura Dark y el Gótico se asentó en nuestra ciudad de una manera más representativa, nos dedicamos a estudiar teorías de lo fantástico, a generar debates y charlas con alumnos y catedráticos de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, principalmente con el Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica. Aquellas tardes mientras presentábamos algunas conferencias también repartíamos fanzines donde el vampirismo, el terror y la cultura underground hacían una interesante y motivadora amalgama.
                En el curso de estas actividades oímos hablar de la existencia de un grupo con intereses similares al nuestro llamado Círculo de Lovecraft Puebla A.C. (CLP), el cual era de corte más institucional dado que ya era una asociación civil; entablamos relación con ellos y en enero de 2003 decidimos fusionar ambas agrupaciones con la intención de crear un Frente Común Lovecraftiano, llegando al mutuo acuerdo de que toda actividad cultural, vínculo con agrupaciones literarias, eventos, publicaciones y propaganda correría a cargo del CELOV, pero bajo el rubro del CLP, debido a lo conveniente que resultaba para ambas partes que sobresaliera el carácter de Asociación Civil.
                El gozne entre nosotros y el CLP sería el Centro de Investigación y Estudios Lovecraftianos (CIEL), un espacio fundado en 2004 con el fin de recolectar, analizar y publicar toda información que tuviera que ver con la vida y obra de H.P. Lovecraft. Y aunque asociados simbióticamente, y pese a lo parecido de sus nombres, el CELOV y el CLP siempre tuvieron diferencias muy marcadas, pues mientras el CLP era más una especie de club de aficionados al margen de la acción, nosotros ya llevábamos diez años de ardua investigación, de organizar exposiciones, conferencias, mesas redondas en diversos espacios culturales y de la mano con colectivos culturales tales como Óclesis. Víctimas del Artificio, La Sangre de las Musas, Colectivo Minutero, Under Ediciones, la Red de Escritores, Fisura, Spider Dark, Vampiros de Moldavia y muchos más.
                El período 2003-2008 fue muy intenso, hicimos presentaciones culturales lovecraftianas en Casa del Escritor, en la Sala José Luis Rodríguez Alconedo de la Casa de Cultura, en el Colegio de Lingüística, en el Auditorio Elena Garro del Colegio de Filosofía, en Café Macondo, en Profética, en el Instituto Cultural Poblano, en el Centro Cultural Creciente, en Espacio Catorce de la BUAP, durante los Festivales Internacionales de Puebla organizados por el Gobierno del Estado y en centros culturales del Distrito Federal. A partir de 2005 comenzamos a publicar en la prensa local y sacamos a la luz nuestras revistas: Yuggoth, Ecos de R’lyeh y Arkhamus. En febrero de 2008 volvimos a reactivarnos en la actividad radiofónica al fundar el programa Los que vigilan desde el tiempo en la BUAP.
                Sin embargo la sociedad entre el CELOV y el CLP llegaría a su ruptura cuando en agosto de 2008 decidimos fundar las “Jornadas Lovecraftianas” y abordar las ideas sociopolíticas de Lovecraft, las cuales, habían péndulado de una radical simpatía juvenil hacia el fascismo al reconocimiento maduro por la doctrina de Karl Marx. Inesperadamente, la presidencia del CLP desde en una literal línea ortodoxa, conservadora e intolerante promovió toda especie de obstáculos institucionales y “expurgaciones” hacia las investigaciones del CELOV, negó nuestro acceso al programa de radio, trató de apropiarse de las Jornadas Lovecraftianas y creó una página web donde inventa una historia de “carácter panorámico” de seis épocas, en la que evidentemente su colaboración con el CELOV nunca la menciona.
                Ante tales atropellos, el CELOV no tuvo más remedio que separarse del CLP en 2009 y retomar nuevamente su propio camino siempre abierto, antiautoritario y con una organización lo más posible horizontalizada hacia la promoción y difusión de la cultura en Puebla; hemos publicado en el DF en una antología sobre Lovecraft y en la Revista de Vampirismo. Entre los camaradas fundadores, refundadores y colaboradores que ha la fecha nos siguen en este proyecto cabe mencionar a Alfredo Jiménez Hernández, José Antonio González Pérez, Carlos Camaleón, Hugo López Coronel, Paco Requena, Fátima García Zárate, Víctor Flores Anzaldo, Gustavo Valencia Jiménez, Nicholas Gutiérrez Pulido, Roberto Leyva, Ireri Ríos Lara, Erick Rodríguez, Claudia Cordero, Rubén Darío Zeleny, Gabriela Guevara, Marco Antonio Garista, Miguel Campos Quiroz, Venecia Romero Salgado, la “Licenciada” Liz, Víctor Hugo Abrego, Juan Carlos Pérez Castro, Guillermo Torres Martínez, Fernando Osorio Sánchez, y muchos más que con su apoyo incondicional nos han venido acompañando en estos XVIII años de fomento cultural y artístico lovecraftiano.
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[1] El autor es Maestro en Educación Superior por la BUAP, Coordinador Académico del colectivo filosófico-literario Óclesis. Víctimas del Artificio, escribe en diversos medios impresos y ha dirigido y conducido los programas radiofónicos Los que vigilan desde el tiempo (RadioBUAP) y Óclesis en la Radio (Universidad del Valle de Puebla).

martes, 18 de octubre de 2011

Educación… ¿de verdad ejercemos lo que aprendemos en las escuelas?

• La educación es una cuestión de Estado
Alejandro Vázquez Pozos [1]

Óclesis
Durante décadas la educación en nuestra nación se ha visto supeditada a éste mal entendido concepto de derecho, y de ahí hemos derivado en una nueva clase de lenguaje técnico en la que esta noción ha sido delegada a una franca exhortación de que la educación es una obligación para un país donde se carece de tantas cosas, pero que “vive lleno de esperanzas y de buenas voluntades”.
Y es que ciertamente, la cobertura educativa en México es hoy un reto difícil de encarar, con iguales o peores condiciones a las que se enfrentaron los fundadores de la Secretaría de Educación Pública; y que las premisas bajo las cuales fue creada esta secretaría: “cumplir con la democratización de la administración educativa, y con los postulados del Artículo Tercero Constitucional, ya que era necesaria una acción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para realizarla”, siguen estando vigentes. Y si bien la férrea vigilancia de José Vasconcelos, quien asumió las tareas educativas desde la perspectiva de la vinculación de la escuela con la realidad social; en su discurso de toma de posesión como rector de la Universidad afirmaba:
“Al decir educación me refiero a una enseñanza directa de parte de los que saben algo, en favor de los que nada saben; me refiero a una enseñanza que sirva para aumentar la capacidad productiva de cada mano que trabaja, de cada cerebro que piensa [...] Trabajo útil, trabajo productivo, acción noble y pensamiento alto, he allí nuestro propósito [...] Tomemos al campesino bajo nuestra guarda y enseñémosle a centuplicar el monto de su producción mediante el empleo de mejores útiles y de mejores métodos. Esto es más importante que distraerlos en la conjugación de los verbos, pues la cultura es fruto natural del desarrollo económico [...]”
A partir de estas buenas intenciones del primer titular de esta dependencia federal, podemos asumir una postura de profunda reflexión y señalar que esas promesas incumplidas no sólo recaen en las autoridades que planean, desarrollan y promueven la educación en nuestro país, sino también en nosotros, que una vez concluida la educación básica, y la universitaria —si es el caso— poco o mucho hacemos por mantenernos actualizados, por informarnos y participar activamente, desde nuestros diferentes ámbitos de acción (académico, laboral, institucional, etc.) en aquellos temas que podrían incidir en la sociedad de la que formamos parte. Y esto incluye desde dar una opinión respecto de un tema, la forma en que enseñamos en las aulas, la visión que aplicamos en los diferentes trabajos que realizamos, etc.

Las autoridades en la materia en ese tiempo apostaban que el desarrollo de una sociedad educada impulsaría el desarrollo en todos los ámbitos del país… hoy sigue siendo la misma apuesta, pero los resultados siguen siendo limitados porque todo esfuerzo será en vano mientras sean sólo unos cuantos los que se esfuercen por mejorar y trascender. Y de ahí la pregunta que da título a este artículo: usted querido lector… ¿qué tanto se preocupa por ejercer los conocimientos que le fueron transmitidos en la escuela? Y una pregunta todavía más compleja… ¿ha hecho buen uso de sus conocimientos?


[1] Sobre el autor. Alejandro Vázquez Pozos es egresado de la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica de FFyL de la BUAP. de la cual fue becario, también ha sido becario de la CANIEM. Ha colaborado en diversos grupos académicos en Puebla y colabora para varios medios impresos y radiofónicos tanto a nivel estatal como nacional. Actualmente se desempeña como Coordinador Editorial de la iniciativa Óclesis. Víctimas del artificio A.C.

martes, 24 de mayo de 2011

El 70 aniversario del barrio del artista

Por: Dámaris Kristhel Castillo López (Miradas)

Después de tantos eventos en Puebla, no se queda atrás este mes de Mayo que a pesar de celebrarse los 480 años de la batalla de Puebla que dio un marco histórico para este Estado, se celebra el aspecto cultural plasmado el día 6 de mayo, donde en el año de 1940 jóvenes estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Puebla, dirigido por el maestro José Márquez Figueroa junto con su hermano Ángel Márquez Figueroa maestros de la antigua Academia de Bellas Artes, hoy en día es conocida como el Instituto de Artes visuales, dibujaban frente a las accesorias del Parían II, cuando el maestro les comenta a sus alumnos: “jóvenes, ustedes están próximos a salir de la academia. Ya son pintores ¿no les gustaría tener un lugar como estudio-taller, para desarrollarse y con el tiempo llegar a ser grandes artistas”? al escuchar esto, fue un motivo grande que dio el inicio de formar un espacio que plasmara y expresara a través de sus obras 

Después de pensar sobre esta idea, transcurrieron algunos meses y a raíz de una entrevista se tuvo el apoyo del entonces Gobernador del Estado Dr. Gonzalo Bautista Castillo quien ve con agrado la idea expuesta en coordinación con el Presidente Municipal Juan Manuel Treviño, ellos ceden este espacio donde se funda la Unión de Artes Plásticas de Puebla siendo el primer Presidente de la misma el Maestro Faustino Salazar García, así el 5 de mayo de 1941 se organiza la primera exposición colectiva de esta Agrupación 

En 1955, el Gobierno del Estado presidido por el Sr. General Rafael Ávila Camacho cede la importancia que va adquiriendo este lugar para el Turismo Nacional e Internacional, posteriormente se efectúa la construcción de la segunda planta y con motivo del primer centenario de la Batalla del 5 de mayo en 1962 es inaugurada la sala José Luis Rodríguez Alconedo presentándose una magna exposición pictórica con grandes Maestros de la Plástica Nacional como Diego Rivera, Frida Kalo, David A. Siqueiros, Saturnino Herran, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo, Fernando Murillo y otros más. Exposición que corresponde inaugurar al entonces Gobernador del Estado Fausto M. Ortega y como invitado de honor al Sr. Secretario de Educación Pública de la Nación Dr. Jaime Torres Bodet determinan el logro de ese sueño al desarrollar los objetivos de la Agrupación rescatando las construcciones del viejo mercado popular conocido como “EL BARATILLO” que fue centro del comercio poblano en los tiempos coloniales cuando ahí se asentaban los estancos virreinales de diferentes mercaderías. El tiempo y el empeño de las autoridades y la constancia de la Agrupación fueron transformándose al aportar a la Cultura de Puebla un gran número de Artistas Plásticos como: Faustino Salazar (prestigiado retratista), los maestros Desiderio Hernández Xochitiotzin, Eliseo Tenorio Velasco, Fernando Ramírez Osorio, precursores del movimiento muralístico de la Escuela Mexicana en la Puebla del siglo pasado, sin olvidar los nombres de Carlos Teodoro Torres, Eduardo Villanueva, Salomón Candia, Doctor Esteban Aguirre Beltrán, Martín Serrano, los hermanos Rafael y Aurelio Leonor Solís, el maestro Roberto Castro Silva y Miguel Ángel Domínguez, quienes con la expresión de su trabajo en diferentes técnicas y temas, han dado renombre a Puebla en latitudes fuera de nuestras fronteras. 

Por décadas la Unión de Artes Plásticas ha expresado el ser un grupo con una imagen plástica conservadora, al tomar en cuenta los nuevos elementos que tienen la libertad de acogerse a las escuelas costumbristas al abrir su creatividad y potencialidad a nuevas expresiones plásticas. Así el “Barrio del Artista”, cumple 70 años de tradición del arte y la cultura de Puebla Histórica y Colonial.
Óclesis

martes, 3 de mayo de 2011

Violencia infantil

Por: Dámaris Kristhel Castillo López (Miradas)

El lunes 04 y martes 05 de Abril se llevo a cabo en la ciudad de Puebla, el foro “Infancia y violencia en el Hogar” consideraciones para las políticas públicas, donde este foro tomo de sede el edificio ‘Aduana Vieja’ a partir de las 8:30 am hasta las 17:00 horas, Este foro tuvo el propósito de dar a conocer una campaña dirigida hacia la activación del Consejo Estatal para Prevenir la Violencia Familiar que establece la Ley de Prevención, Atención y Sanción de la Violencia Familiar para el Estado de Puebla (2001) en su Capítulo III, y la consideración de la violencia en el hogar como un problema de salud pública que demanda el diseño y la ejecución sistemática de programas y estrategias encaminadas a su prevención.
Paul Davies, Coordinador de incidencia en JUCONI destacó la importancia de este tipo de eventos ya que expreso: “la violencia en el hogar se ha asociado particularmente con la violencia del hombre contra la mujer en una pareja, de cualquier nivel socioeconómico, y por lo mismo las leyes generalmente se ha enfocado en este aspecto del problema, dejando de lado a los hijos y las hijas, siendo o no víctimas directas de la violencia (sea física, sexual, verbal, psicológica o económica), suelen sufrir consecuencias muy graves”.
De acuerdo a cifras oficiales el 82% de los reportes que llegan al DIF de Puebla (164 casos), están ligados a violencia en el hogar e involucran a menores de edad, la misma organización indica que en el 87% de los casos, los agresores son los propios padres, seguido de padrastros y madrastras con 4%.
Con esas cifras e información dada por diferentes ponentes como Guitté Hartog (BUAP), Alison Lane (JUCONI) Alison Sutton (UNICEF) Eulogio Romero (BUAP), entre otros dieron pauta a resaltar la información dada en el reporte de de La Infancia Cuenta en México, 2010, publicado por Red por los Derechos de la Infancia en México, REDIM, es notable que Puebla ocupa lugares muy bajos entre las 32 entidades federales respecto a las condiciones de vida de su infancia: lugar 28 en mortalidad infantil, (datos de La Infancia Cuenta en México, 2010, publicado por Red por los Derechos de la Infancia en México, REDIM).
Y concluyendo con este foro el publico tuvo la oportunidad de observar el tendedero de arte realizado por el colectivo ‘Las Bigotonas’, abordando el tema de la violencia en la infancia.

jueves, 24 de marzo de 2011

Entrevista a Paco Ignacio Taibo II

Paco Ignacio Taibo II.
Fotografía de Pascual Borzelli Iglesias para Abartraba
Óscar Alarcón García y Gilberto González Morán 
Óclesis 

Nota introductoria de Óscar Alarcón: El 21 de diciembre de 2010, en la Colonia Condesa, México D.F., Gilberto y yo salimos de comer y nos encaminamos hacia la librería “Rosario Castellanos”, en donde nos enteramos que estaría Paco Ignacio Taibo II firmando libros. Aunque casi no se le dio publicidad a la firma casi en ningún sitio, tanto el facebook de un amigo y las pequeñas lonas que se colocaron en espacios poco visibles dentro de la librería, nos permitieron enterarnos de que Taibo estaría ese día ahí. Poco faltó para que nuestra llegada fuera por casualidad. 

Al entrar a la librería nos esperábamos encontrar con una enorme fila de gente esperando por la rúbrica del autor de El retorno de los tigres de Malasia, sin embargo no ocurrió así. Una vez dentro, vimos a Paco Ignacio Taibo platicando amenamente con el fotógrafo Pascual Borzelli Iglesias, un par de personas más, y la mesa con los libros de Taibo; Gilberto y yo nos acercamos para saludarlos, e inmediatamente nos dimos cuenta de que era una excelente oportunidad para hacerle algunas preguntas. 

Así que emprendimos el camino. 

Óscar Alarcón: ¿Cuál crees que sea el estado de salud de la literatura mexicana, hace poco se publicó en una revista a un grupo es escritores a los que se le hizo llamar “El cartel de los escritores”, qué opinas de ellos? 

Paco Ignacio Taibo II: Creo que los espacios que dejaron Carlos Montemayor y Carlos Monsiváis aún no ha podido llenarlos nadie, ninguno de ellos ha sido sobrepasado. Por otra parte, creo que la literatura mexicana goza de buena salud. 

ÓA: ¿La firma de libros, como ésta, fomenta lectores? 

PIT II: No, no fomenta lectores. Fomenta la venta de los libros de Paco Ignacio Taibo II, y eso me agrada. Y fomenta las ventas de la editorial y de la librería. 

ÓA: ¿Crees que en este momento el género negro coopere a provocar la violencia en México, y que en determinado momento…? 

PIT II: Te detengo. Según el centro de cuántico del FBI, el libro que los asesinos seriales leen con mayor frecuencia es la Biblia. ¿Le vamos a echar la culpa a la Biblia de la existencia de los asesinos seriales? 

Entonces no le echemos la culpa a la novela negra de la guerra contra el narcotráfico y del creciente delirio calderoniano. Cuando hablo del “delirio calderoniano” no estoy hablando de Calderón de la Barca, compañeros cultos, lamentablemente. Entonces no le echemos la culpa a la novela policíaca. Lo que ha hecho la novela policíaca es exactamente lo contrario, ha sido reveladora de los mecanismos ocultos de perversión y corrupción de la sociedad. 

ÓA: ¿En ese sentido la novela negra es una novela de denuncia? No válida la violencia, sino que denuncia. 

PIT II: Todo lo que describe, analiza, profundiza, reflexiona, estudia el elemento subjetivo de una realidad ayuda al que vive en ella a tener una visión más rica. Entiendo que el ciudadano rico y con mentalidad crítica no se dedica a la delincuencia. 
Mis lectores, hasta donde yo los conozco y no quiero hacer generalizaciones, ni andan pasando coca —ína y no coca cola— ni son sicarios, chingao. Espero.

Gilberto González: ¿Cuál será la función que cumple el arte en este momento de crisis en México? ¿Para qué nos sirve el arte en este momento? 

PIT II: Yo creo que la pregunta se la hacemos al espejo y el espejo nos contesta. El arte es oxígeno en una sociedad y oxígeno del mejor. Conforme se vuelve más áspera, más rasposa, más dura, más injusta, más arbitraria esta sociedad, la creación artística y sus productos, que podemos gozar, de repente te dan el oxígeno que necesitas para vivir críticamente en ella. 

Cada vez que el fondo monetario internacional sale con una declaración de cómo nos va a chingar la economía en los siguientes minutos, yo leo en Gareti y los pequeños poemas de Cardenal y con eso resisto. Se los recomiendo como método, porque no vamos a lograr que el director del fondo monetario internacional los lea pues por lo menos uno, para volverte más inteligente. 

GG: ¿Y en ese sentido, tú cómo ves la literatura contemporánea porque parece que todo discurso se está validando debido a la posmodernidad o la transmodernidad, qué piensas incluso de la literatura basura? 

PIT II: Que todo discurso es válido, incluso la literatura chatarra. Cuando los ves y dices “este cuate se merece ser lector de literatura chatarra”. Digamos el ministro de Gobernación de este país, ¿qué merece leer? Mujercitas de Louisa May Alcott, es el libro ideal para él, y después de eso Cañitas, y luego uno de superación que se llame "Cómo ponerle los cuernos a mi vieja sin que se entere el vecino", esos libros se merecen ese tipo de destinatarios, ¿por qué negarle el placer, chingao?, ¿por qué nos vamos a convertir en stalinistas de izquierda progresista, censuradores y decirles este libro sí, este libro no? Si tienes 60 años y quieres leer Peter Pan pues a toda madre, adelante, díganle en qué sección de la librería se encuentra. 

Ahora, si tienes 60 años y eres inteligente, hay una lectura crítica de Peter Pan, que es el retorno de los sueños, la libertad. Esto te alimenta la lucha por la libertad. 

Yo sin ser postmoderno sino más bien premoderno, pienso que la censura bajo cualquiera de sus formas es una manera de enfermedad, y creo en la libertad del mercado abierto en una librería. Y también creo que debería existir una necesaria intervención del estado abaratando los libros, creando librerías donde no las hay, creando sistemas de distribución del libro, cosa que no está sucediendo. El plan nacional de lectura es un desastre.

Óscar Alarcón: ¿Cuáles serían los libros que tú le recomendarías a Felipe Calderón, por una parte, y a Andrés Manuel López Obrador, por otra? 

Paco Ignacio Taibo II: [Risas] Mira a Felipe Calderón no le recomiendo nada porque luego capaz y se crea una de esas relaciones extrañas, mediante la cual alguien dice “la pendejada que hizo esta semana ha de ser por el libro que Taibo le recomendó”, para nada con ese cuate. Ni voté por él, ni creo que sea el presidente legítimo, ni tengo intención de recomendarle un libro, yo les recomiendo libros a mis amigos. 

A López Obrador, el otro día le andaba recomendando una novela porque creo que lee poca ficción y ese es un defecto. Cuando lees ensayo político, economía —él tiene formación de sociólogo-economista— ¡ay! hace falta leer una novela para meterle aceite a las tuercas y que giren mejor. Hay una cierta rigidez en López Obrador, que yo creo se curaría si leyera más novelas. Pero ahí ando fregándolo cada vez que me lo encuentro —y me lo encuentro con cierta frecuencia. 

ÓA: Hace un par de años, en esta misma librería, Carlos Fuentes dijo que Andrés Manuel López Obrador era el caudillo más grande desde Emiliano Zapata, ¿crees que sea cierto esto? 

PIT II: Tú no puedes juzgar con la medida de la historia a personajes contemporáneos, resulta muy injusto para la historia y para ellos. Puedes trabajar sobre los muertos porque la historia se cerró, ahí están y eso son. Más allá de que Andrés Manuel ha demostrado, y de eso no tengo ninguna duda, que tiene una representatividad de un sector del pueblo de este país, que quiere un cambio profundo y que él también lo quiere, yo creo que tiene una serie de imitaciones. Lo que ocurre es que cuando lo pones en la mesa y dices a ver “tengo a Calderón, tengo a la Barbie del estado de México apoyada por Chucky el muñeco diabólico, y tengo a Andrés, pues dices bienvenido, vente a comer a mi casa”. 

Andrés no hubiera corrido a 44,000 electricistas si tiene una empresa corrupta. Hubiera corrido al gerente, a los 17 directores generales, a los jefes de las oficinas que cobraban mordida. Hubiera limpiado la empresa, no despedido a 44,000 trabajadores en época de crisis. Andrés no hubiera intentado, como intentó Calderón, una política de venta del petróleo a las empresas extranjeras, no hubiera iniciado una guerra contra el narco, igual de imbécil que esta guerra en la que los mexicanos pusimos 30,000 muertos y los gringos la sonrisa: era una guerra gringa, no nuestra. Andrés le hubiera dicho a Obama “si quieres te apoyo pero es tu guerra, no la mía”. 

ÓA: Es muy probable que el papel de la literatura actualmente haya perdido terreno frente a otros medios de comunicación, como el internet, la televisión, ¿qué piensas? 

PIT II: Para nada. La comunicación se mueve en un espacio de información fraudulenta, información sesgada y banalidad. Aparte la banalidad es la más interesante, porque si un torero tuvo una novia y ésta tuvo un amante y esa sale en Ventaneando, ¡puta, qué a toda madre! Tiene su cierta gracia la manera en la que han banalizado, vulgarizado —pero no de Bulgaría sino de vulgares— el país; cómo lo han convertido en un montón de chismes acumulados. 

La literatura, o la creación de la palabra escrita, está produciendo pensamiento utópico y pensamiento crítico sólido, navegamos en dos espacios diferentes. Y afortunadamente uno de esos espacios influye en el otro. No diría cuál influye más porque hay algunos colegas míos que escriben bajo la influencia de Paty Chapoy [risas]. 

Gilberto González: Paco, ¿te gusta el mole poblano, qué piensas de Puebla? 

PIT II: Puebla es una ciudad que dicen que fundaron los ángeles. Mentira. Que tuvo su momento de gloria cuando el General Zaragoza sacó a chingadazos a los franceses, cerro pa’ bajo de Loreto y Guadalupe; que un año después cuando los franceses triunfaron, el obispo de Puebla llamó a celebrar la entrada del ejército francés con un tedeum, y que tuvo la gloria de que los campaneros de esa ciudad se robaron los mecates de las campanas y se los trajeron a Benito Juárez pa’ que no las pudieran tocar. 

Es una de las ciudades más contradictorias de México, donde lo mejor y lo peor de este país está. Lo peor no hay que contarlo pues tienen ustedes a uno de los gobernadores, que en la carrera de los cien metros del “gobernador más pinche”, la gana con relativa facilidad. 

Puebla es eso, y al mismo tiempo es una ciudad que me gusta. Aunque también me gusta hacerle bromas a los poblanos, así que mejor aléjense después de esto [risas]. 

ÓA: ¿Cuál crees que sea el camino que va a tomar la literatura mexicana? 

PIT II: Yo tenía una bola de cristal. La misma que tenían Carlos Marx y Federico Engels cuando pronosticaron que el socialismo llegaría primero a los países desarrollados como Inglaterra, en 1865. Yo tenía mi bola de cristal, me fui 3 días seguidos al boliche y le di en la madre, ya no sirve. 

Mi capacidad para hacer pronósticos, para adivinar el futuro está absolutamente negada. Sólo sé una cosa: hay un sector muy importante en este país que ha asumido que resistir es vencer, entre los que me cuento. 

Y ese sector que me merece el mayo de mis respetos y cariño no es chiquito, es grande.

jueves, 3 de marzo de 2011

Ser competitivo, concepto clave de una cultura emprendedora: UVP

Paco Echeverría 
Óclesis 
Publicado en Momento Diario, miércoles 23 de febrero de 2011 

El pasado 16 de febrero el auditorio Kukulcán de la Universidad del Valle de Puebla (UVP), reunió a estudiantes, docentes y público en general para asistir a la conferencia titulada “Ser competitivo”, impartida por Fernando Aguilar Campos, Jefe del Departamento de Programas de Fomento a la Competitividad en la Secretaría del Trabajo y Competitividad del Estado de Puebla. En entrevista con FernandoGutiérrez Arciniega, Coordinador del Programa de Emprendedores de la UVP y organizador del evento comentó que “esta conferencia es el preludio de una serie de conferencias relacionadas con la cultura emprendedora que el Comité Emprendedor de esta casa de estudios llevará a cabo como herramienta útil en la formación integral de los alumnos, para que posteriormente la ejerzan prácticamente durante su carrera”. 

Entre los catedráticos que formaron primera fila estuvieron Víctor Sánchez Chávez, Director de Publicaciones y Evaluación Institucional —en representación del Mtro. Jaime Illescas López y de la Mtra. Hortensia Irma Lozano, Rector y Vicerrectora respectivamente—; Juan Manuel Zepeda Montiel, Director de Ciencias y Humanidades; Antonio Castillo, Director de Desarrollo y Extensión Universitario; Mónica Elizabeth García Velázquez, Directora de División de Negocios; Nefi Jacob López Barreiro, Coordinador de Administración y Relaciones Industriales; Claudia Rojas Ruiz, Coordinadora de Negocios Internacionales; Lorenzo Aarun Alonso, Coordinador de Mercadotecnia; Oyuni Mendiola Ruiz, Coordinador de Ciencias de la Comunicación; Liliana Martínez Cabrera Coordinadora de Contaduría; Sonia Pineda Hernández, Coordinadora de Comunicación Grafica Publicitaria y Adriana Castillo Díaz, Coordinadora del Sistema Abierto. 

Bajo la consigna de que “existe hoy por hoy una necesidad de engendrar esta cultura de la emprendeduría, de entender que si no estamos motivados para generarla, no vamos a llegar a ninguna parte”, Víctor Sánchez Chávez pasó el micrófono al conferencista, quien empleó una vertiente que rompió con el esquema clásico de una conferencia, ya que optó por una actitud más dinámica, preguntando, disipando dudas y escuchando los comentarios de los jóvenes estudiantes, además de llevar un mensaje de manera muy clara y conversando con un lenguaje muy cercano a los jóvenes. 

“La actitud emprendedora —comenta Aguilar Campos— es una de las tantas habilidades importantes que debemos desarrollar las personas para forjar empresas más competitivas, más exitosas, amén de lo que signifique el éxito para algunos de nosotros. Pero, para poder desarrollar dicha actitud, el estudiante debe comenzar por preguntarse a sí mismo por qué está estudiando lo que está estudiando, ya que, si el estudiante se encuentra realmente convencido de la carrera que escogió le será más fácil orientar aquellos talentos vitales que le van a permitir trabajar hoy pero también mañana, en empresas cada vez más competitivas”. 

Debemos trascender el concepto más simple de competitividad, como es aquel que propone la Real Academia de la Lengua, que a la letra dice: “capacidad de competir; la rivalidad para la consecución de un fin”. El sentido de la competencia en nuestros días, según la Secretaría del Trabajo y Competitividad, “es la capacidad de una organización pública o privada (de lucro o no lucro) para alcanzar, sostener, ventajas comparativas que le permita una mejor posición en el entorno socioeconómico en relación a sus competidores”. Las Ventajas Comparativas permiten conocer y explotar las actividades donde la empresa tiene un rendimiento superior al de sus competidores, transformándolas en Ventajas Competitivas. El conocer y usar estas ventajas, permitirán a los empresarios diseñar estrategias que conduzcan hacia el éxito del negocio. La clave del éxito entonces, es la armonización de las estrategias de negocios y las políticas con las ventajas comparativas. La capacidad de crear conocimiento y la capacidad de innovar, son la clave de la construcción de la competitividad. 

En efecto, la filosofía empresarial ahora más que nunca, frente a mercados tan altamente competidos, la innovación es el proceso más importante que debe adoptar toda empresa que busque perdurar a través de los años, no sólo por conveniencia propia sino porque el mercado así se lo exige, y no tiene otra salida más que lo nuevo sustituya lo viejo, es decir, que la innovación sirva como su herramienta competitiva, ya que como recomendaba Dee Hock, el líder visionario de VISA: “el problema nunca es cómo conseguir que nuestra mente genere ideas nuevas e innovadoras… sino cómo expulsar a las antiguas”. 

Claro está que esta actitud emprendedora siempre debe de ir aparejada con la ética para evitar que el juego competitivo se ensucie, con exigencia exagerada hay que tratar de empujarlo hacia la igualdad de condiciones para conseguir el preciado bien, el éxito. So pena de provocar un sinfín de frustraciones que turbarán una sana existencia. 

Para cerrar la conferencia, el funcionario público puntualizó que el futuro de la competitividad de las empresas poblanas es prometedor, gracias a este tipo de iniciativas que se están llevando a cabo en las intuiciones de educación superior como la UVP. Iniciativa que Gutiérrez Arciniega, comentó a este medio, la UVP se compromete para formar profesionistas con actitud de servicio y de excelencia, emprendedores con ejercicio de liderazgo comprometidos consigo mismos y con la sociedad. El programa emprendedor surge ante la necesidad de formar una Cultura Emprendedora —como la que distingue a la UVP— que genere una actitud positiva que permita desarrollar en el estudiante una motivación al cambio, con propuestas de mejoras a las problemáticas sociales actuales, donde el alumno como consecuencia de su preparación académica propongan soluciones creativas a necesidades insatisfechas en su área del conocimiento. Fomentar el espíritu Emprendedor en nuestra sociedad, con el desarrollo y el fortalecimiento de un programa que incentive la cultura empresarial en el País, esto es, sin lugar a dudas, una de las mejores estrategias para consolidar el desarrollo económico y social, ya que existe una relación directa entre la actividad emprendedora con la creación de empresas; la generación de nuevas fuentes de trabajo; la expansión de los mercados y la competitividad. 

Acercar a los estudiantes con la realidad social es un recurso necesario para construir el conocimiento, y vincular con la realidad las teorías científicas es el reto del docente en las aulas. Séneca mencionó en alguna ocasión que “ningún viento es favorable para quién no conoce el puerto al que quiere arribar”. El programa emprendedor es un servicio con un valor agregado para los estudiantes, ya que permite al participante realizar un proceso de planeación seleccionando el camino más adecuado para lograr sus metas y objetivos. Es un medio para concretar ideas; es una formula para ponerlas por escrito, de manera objetiva, formal y estructurada, y es por todo lo anterior, que este programa representa una guía para la formación integral de nuestros estudiantes. 

Con este tipo de eventos, la UVP se posiciona como una institución preocupada por la calidad de los procesos de aprendizaje de sus estudiantes, poniéndolos al día sobre la renovación de los mercados de trabajo, de las profesiones y de las disciplinas, impulsándolos a mantenerse siempre bajo el esquema de una educación permanente.

lunes, 21 de febrero de 2011

Razón y conocimiento, utopías y artificios, en el pensamiento de Ikram Antaki

Paco Echeverría
Óclesis
Publicado en Momento Diario, miércoles 16 de febrero de 2011

Tiene razón Heriberto Yépez en decir que el gremio intelectual oficial ha generado cierta mitología al afirmar que la intelectualidad del país proviene principalmente de la estética, es decir, de escritores, pintores y creadores. Y aunque, ciertamente literatos o artistas como Reyes, los Contemporáneos, Rivera, Paz, Fuentes o Monsiváis instalaron su preeminencia en las letras y el arte por encima de otras disciplinas durante la primera mitad del siglo XX, fue la inercia —según Yépez— la que conservó su privilegio sobre las generaciones posteriores.

A tal grado fue dicha inercia, que muchas disciplinas fueron segregadas por los intelectuales literarios por considerarlas puramente “académicas”. Entre ellas, la Antropología, una disciplina que desde las últimas décadas del siglo XX —según Yépez— ha logrado superar en calidad, relevancia cultural e innovación a las letras mexicanas y al arte, inclusive, tiene una tradición más antigua y fuerte que la literaria, logrando posicionarse como “la rama intelectual primordial de este país”.

Tal vez esta última consideración de Yépez se nos antoje exagerada, porque eso implicaría ahora, arrinconar la literatura y no reconocer que también ha tenido una fuerte influencia en la historia intelectual del país, más bien, dependiendo del contexto, tanto academicismo como creación, han tenido sus momentos históricos preclaros, aunque sí, todo parece recargarse hacia la tendencia estética, pero volvemos a repetir, quizá se deba al contexto, a los tiempos postmodernos —que ya tendríamos que pensar en superarlos— que así lo exige.

"Con base en las reflexiones anteriores, podemos decir que dentro de los estudios antropológicos, etnográficos y culturales, han brillado con luz propia legiones de investigadores: Sahagún, Caso, López Austin, León Portilla, Johansson y más. No obstante, en nuestro país tuvimos la fortuna de contar con la presencia de una excelente mujer, una “dama de la academia”, por ser antropóloga, filósofa, lingüista, poetiza y ensayista. Nos referimos a Ikram Antaki, quien a través de la docencia, el ensayo, el periodismo y programas de radio y televisión, compartió con etérea sencillez, el conocimiento recibido.


Gracias a su asombrosa capacidad de organización y constante disciplina, la obra de Antaki puede ser considerada como un selecto compendio de sabiduría ancestral siria, alejandrina, grecolatina y occidental. Como filósofa, exige rendir culto a la Razón: “Cada quien escoge donde quiere ubicarse: en la tranquilidad del borrego o en la madeja de preguntas de su dignidad de hombre”. También afirmaba que “en algún punto perdido del Universo, cuyo resplandor se extiende a innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue aquel el instante más mentiroso y arrogante de la historia universal”.

En el rubro de la historia, plantea que “el motor de la historia es la frivolidad”, pero una frivolidad que adquiere un sentido diferente al que generalmente pensamos.

En cuanto a la política, el pensamiento antakiano defiende el “vivir en Polis”, pero según ella, “se acabo el Estado-padre, solo quedan estados-madres que no amenazan a nadie, sino que seducen y amamantan; un sistema de matriarcado en política, ejercido por hombres que se comportan como nanas, que han sido escogidos por sus capacidades lecheras, sus pechos simbólicos”. Ante tal deformación, las civilizaciones se pudren, se derrumban, cuya lógica la explica así: “El envejecimiento no es más que el triunfo parasitario del tejido conjuntivo y de los fagocitos, sobre todos los demás; es decir: el triunfo de los bárbaros. Esta es la historia de las civilizaciones que mueren para dejar lugar a los bárbaros creadores de otras civilizaciones. El problema es que, mientras se pulen y las crean, pasa un tiempo inmenso, que acumula los crímenes, las destrucciones y los sufrimientos. Que tiene nuestra medida”.

Como antropóloga, Antaki es conocedora de las actitudes y conductas del ser humano, principalmente del mexicano y lo mexicano, no llegando a tocar, sino a apretujar nuestras llagas más purulentas bajo el esquema de una crítica, que aunque muchos consideran “severa”, exagerada, trata afectuosamente de combatir el “equivoco concepto infértil de mexicanos luchadores incomprendidos”, rompiendo así los grandes mitos históricamente oficiales, pues ella, al igual que otros, llegó a apoyar que “la famosa derrota no ha sido la derrota, era la victoria de indígenas y españoles en contra de los aztecas detestados, y la Malinche no era ninguna Malinche, sino una pobre chica esclava que se alió y agradeció y colaboró con su libertador, en contra de aquel que la había esclavizado”.


También, Antaki ha sido de las pocas en denunciar que el único logro del movimiento estudiantil de 1968 fue la creación de la generación más pobre en el México del siglo XX, y según ella, “el detonador del movimiento de mayo del 68 francés no fue el ideal de justicia, sino la excitación sexual”. Los chicos no tenían derecho de quedarse en los dormitorios de las chicas después de las diez de la noche. Por esta razón nos pusimos a hablar de cambiar el mundo”.

Como podemos observar, estas consideraciones antakianas —expuestas en sus obras “El pueblo que no quería crecer” y “El manual del ciudadano contemporáneo”— fueron contundentes, directas, y por ende, cargadas de altercación, pero cabe reconocer que difícilmente carecían de sólidos argumentos, de luminosidad lógica, capaces de hacer trastabillar a la cúpula política, económica, cultural e intelectual que en numerosas ocasiones se ha hecho de la vista gorda ante ciertos temas, que de alguna forma, ya han pasado a constituir los grandes mitos de nuestra identidad.

Sin embargo, su pensamiento terminó por incomodar a la clase intelectual “oficial” del país, quien no han perdido la oportunidad de desatar una serie de ataques hacia la persona de la antropóloga, etiquetándola como simple divulgadora cultural, y dejando de lado que se trata en realidad de toda una filósofa, y desatendiendo al sorprendente grado de lucidez de sus investigaciones, la amenidad de sus textos y conferencias y la profundidad de sus investigaciones.

Acercarse a la obra de Antaki nos puede servir de mucho para equilibrar las acometidas postmodernas y su visión de desechar los metalenguajes como proveedores de sentido a toda la realidad, para sustituir los criterios de la razón lógica que enjuician y sentencian las formas de conocimiento (lo que se conoce como sabiduría tradicional), por la simple doxa, posiciones sin argumentos sólidos (lo que se conoce como opinión).

Biografía mínima
Antaki nació en 1948 en Damasco, Siria, se instaló en México en 1975, y al año se nacionalizó. Estudió literatura comparada, antropología social y lingüística en la Universidad de París VII Denis Diderot. Posteriormente concluyó un postgrado en etnología del mundo árabe en la École Pratique des Hautes Études (Escuela Práctica de Altos Estudios). Murió el 31 de octubre de 2000 en la Ciudad de México, y a la fecha muchos ven su muerte como una gran pérdida, primero, por lo que representó como ser humano, y después por su motivación a acercarse a los estudios clásicos.

jueves, 27 de enero de 2011

Hugo Leicht, por las calles de Puebla

Por: Paco Echeverría  
Óclesis 

Dentro del marco del Centenario del Colegio Humboldt, el pasado 13 de enero se llevó a cabo la conferencia “Hugo Leicht y su obra”, presentada por Ana Luisa Rojas Marín, ex-alumna de dicho colegio y coordinadora general de Movilidad e Intercambio Académico y Desarrollo de Nuevos Proyectos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. 

Siendo la sede del evento el majestuoso Salón Barroco, en el edificio Carolino de la BUAP, Rojas Marín, basándose en cartas y artículos periodísticos publicados por su abuelo en 1952, Don Miguel Marín Hirschmann, dio a conocer algunos datos, desconocidos hasta ahora, sobre la persona de Hugo Leicht, aquel erudito alemán que escribiera el famoso libro “Las calles de Puebla”, libro que cuenta con dos ediciones y numerosas reimpresiones. 

Hugo Leicht nació el 27 de agosto de 1881 en Hamburgo, Alemania, y murió el 15 de agosto de 1952, en el mismo sitio. Fue doctor en Letras, especializándose en pedagogía, botánica, filología, lenguas clásicas y modernas, dominando también el griego y el latín, además del francés, inglés y español. Conocía también no poco el árabe, el griego moderno y algo de turco. Y en los últimos años que estuvo en México ya traducía al castellano el náhuatl y comenzaba a estudiar el otomí. Su interés por otras lenguas y culturas estuvo muy presente durante toda su vida. 

Al estallar la Primera Guerra Mundial Leicht estaba de vacaciones en las islas Canarias, y debido al conflicto bélico no pudo regresar a Alemania, así que partió hacia el continente americano. En Guatemala se desempeñó como director del Colegio Alemán de la colonia alemana de esa república, y de ahí, marchó a México en abril de 1918. Siempre se ha creído que Leicht fue invitado a nuestro país por el gobierno alemán, para hacerse cargo de la dirección del Colegio Alemán de la Ciudad de Puebla, sin embargo, en el Anuario del colegio correspondiente a los años 1918-1919 está indicado con puño y letra del mismo Leicht que el 16 de abril de 1918 la mesa directiva del colegio decidió emplearlo para impartir clases de francés. 

Existen muy pocas fotografías de Leicht, una de ellas se encuentra en la página 125 de su libro “Las calles de Puebla”, donde aparece junto a un monolito que tiene el escudo de Don Melchor de Covarrubias; también hay un retrato hecho por el artista poblano Faustino Salazar que fue editado en la portada de la revista “Bohemia Poblana” de fecha de marzo de 1953, y un dibujo que apareció en una de las publicaciones de la revista “Boulevard” de abril-mayo de 1999. Existe también una fotografía de él con un grupo de profesores y estudiantes del Colegio Alemán de fecha aproximada de 1919. 

Leicht fue entonces profesor y director del Colegio Alemán de Puebla, hoy Colegio Humboldt, de 1918 hasta 1922, impartiendo 31 horas a la semana las materias de inglés, francés, matemáticas, cálculo, geometría, física y geografía en los niveles cuarto o segundo de secundaria o tercero de secundaria. Después, el contexto lo llevó a tomar la dirección del plantel, donde se caracterizó por realizar diversas actividades culturales e impulsar que se ampliaran los estudios en el colegio a través de la introducción del sistema de preparatoria alemán, el “Gymnasium”, lo que logró en los últimos años de su período como director, recibiendo felicitaciones por su alto rendimiento por parte de los estudiantes. 

Desafortunadamente Leicht tuvo una fuerte desavenencia con la Mesa Directiva del Colegio Alemán, a raíz de un problema que tuvo con el cajero del colegio, a quien había confiado los ahorros de su madre y personales para ser invertidos en la casa comercial de dicho cajero, pero la empresa se fue a quiebra, y además, le retuvieron su salario. Entonces, Leicht quedó de un día para otro, sin trabajo y sin ahorros. No obstante, familias poblanas apoyaron su labor, de hecho financiaron la investigación y publicación de su obra “Las calles de Puebla”. 

Una vez concluida la redacción de su obra y en espera de que esta se publicara, se dedicó a realizar varias actividades académicas, colaborando con la Escuela de Antropología y Lenguas Indígenas del Museo Nacional. Se relacionó también con instituciones educativas y culturales del Estado de Puebla y de la Ciudad de México. 

En la década de 1930 el gobernador del Estado de Puebla, Leonides Andreu Almazán, nombró a Leicht bibliotecario de la Biblioteca Palafoxiana, donde elaboró uno de los catálogos que por muchos años fue el único medio para conocer el contenido de dicha biblioteca. Fue director de la revista quincenal “Puebla” en la que escribió trabajos sobre la historia de la ciudad, entre ellos, el número fechado 10 de mayo de 1930, se publicó con motivo los festejos del IV Centenario de la fundación de Puebla para el 16 de abril de 1931. Leicht fue el principal promotor para conmemorar el aniversario de la ciudad. 

Gracias a estas publicaciones, Leicht se dio a conocer en la Secretaría de Educación y en el Museo Nacional, también en la Academia Nacional de Ciencias “Antonio Alzate”, la cual lo recibió como miembro titular. Se desempeñó como miembro activo del Instituto de Geografía Nacional de Puebla y del Instituto Mexicano de Investigaciones Lingüísticas de México, fue miembro fundador de la sociedad de historia y conservación del patrimonio de la Ciudad de Puebla. Ya con la publicación de “Las calles de Puebla”, el nombre de Leicht llegó a oíos de la Legación Alemana en México, y en reconocimiento a su notable labor cultural dicha oficina le ofreció apoyo para que regresara a su país con todos los gastos pagados para desempeñar actividades pedagógicas. Leicht aceptó gustoso y partió de inmediato, pese a que sus amigos le advirtieron que no era conveniente ir a Alemania por los rumores de que estallaría un conflicto bélico en Europa. 

A su llegada a Alemania, Leicht colaboró con el Instituto Germano-Hispanomexicano en Berlín, pero estalló la Segunda Guerra Mundial y perdió contacto con él durante siete años. Por artículos del periódico que escribió Marín Hirschmann con motivo de su fallecimiento se sabe que a finales de la guerra estuvo refugiado en Noruega, y al término de ésta regresó a Hamburgo donde pasó muchas penurias y dificultades. 

Después de una muy mala racha su situación mejoró un poco ya que consiguió una pequeña habitación para él solo y se le pudieron enviar víveres. Se reintegró a la vida académica y obtuvo una pensión del gobierno alemán. En la postguerra se realizaron varias gestiones por parte de sus amigos poblanos para que pudiera regresar a México, inclusive, el secretario de gobernación de Puebla, Agustín Haro y Tamaríz consiguió un permiso. Sin embargo, las autoridades inglesas de la ocupación en Hamburgo no lo dejaron salir. A finales de 1951 nuevamente hay esperanzas de que regrese a México, ya se tenía incluso el vapor que lo iba a trasladar a América. Pero inesperadamente es hospitalizado para practicarle una operación de vejiga, situación que frustra nuevamente su regreso. En una de sus últimas cartas Leicht menciona que se siente desgraciado y débil, solo y abandonado. Salió del hospital, pero al parecer la operación a la que fue sometido no le sanó del todo y muere el 15 de agosto de 1952 en Hamburgo a los 71 años de edad. El Sr. Emilio Weith de la Comisión de Promoción Cultural y del Ayuntamiento, y sus benefactores, realizaron las gestiones necesarias para que se trasladaran sus restos a nuestro país en diciembre de 1965. El Cabildo aprueba la propuesta y sus restos llegan en 1966 para descansar junto con los de su madre en el Panteón francés de nuestra ciudad.

Publicado en Momento Diario, miércoles 26 de enero de 2011